Gloria Camila, hace algunos meses, reunió valor para compartir sus experiencias desafiantes y sus intensas reflexiones, incluso llegando a cuestionar si ser hija de Rocío Jurado tenía algún sentido. En sus propias palabras, la joven confesó que había considerado cambiar su nombre y empezar una nueva vida lejos de su entorno actual.

A día de hoy, la influencer ha informado a los medios que se encuentra en un buen estado, rodeada de sus seres queridos. Sin embargo, Gloria Camila también ha revelado que enfrenta momentos particularmente difíciles en los que lucha por mantenerse optimista, aunque con sentimientos de tristeza, autoestima baja y una sensación de no valorar sus esfuerzos. 

La hermana de Rocío Carrasco explicó que le cuesta entender que existen varias miradas de un asunto y que eso le duele mucho: “Soy muy sensible y me lo tomo todo muy a pecho. Muchas veces me planteo que deberían escuchar a la otra parte, yo también tengo mucho que callar, no estoy bien del todo, a veces, tengo unos bajones horribles en donde lo quiero mandar todo a tomar viento”, compartió Gloria Camila en un momento de notable franqueza.

Este período de dificultades que atraviesa Gloria Camila comenzó tras la exposición de su vida en la docuserie de Rocío Carrasco hace más de dos años y el posterior escrutinio público de José Ortega Cano. Sin embargo, la joven ha estado asistiendo a terapia psicológica durante un tiempo considerable, buscando apoyo para gestionar su dolor y ordenar sus emociones. 

Por otra parte, Gloria Camila ha afirmado que su terapeuta la ha ayudado significativamente, aunque las recaídas resultan muy dolorosas y la presión de ser una figura pública ha tenido un impacto en su salud mental. Por lo que decidió retirarse de la atención mediática y centrarse en su relación de pareja, en su familia y, sobre todo, en sí misma.