''No hacen caso a...'' Ana Rosa Quintana desoye a Carmen Borrego y 'golpea' donde más duele por María Teresa Campos
El tsunami que han provocado las declaraciones del cómico Edmundo Arrocet acerca de su relación con la recientemente fallecida María Teresa Campos, y criticando abiertamente a sus hijas, amenaza con llevarse por delante la convivencia en Mediaset.
Y es que ayer en el programa de Sandra Barneda, Así es la Vida, Carmen Borrego rompió a llorar al escuchar unas declaraciones del director de 'Qué tiempo tan feliz', donde hablaba de la tóxica relación que mantuvo su madre con Edmundo. Barneda tuvo que detener el programa, y Carmen aprovechó para criticar duramente al cómico, “Esto es embarrar lo que ha sido mi madre. Una persona que ha sido muy honesta. No lo puedo soportar más”, “Este señor es un sinvergüenza. No es justo. Si quieres ser un picaflor, sé lo que quieras pero, ¿por qué le destrozaste la vida a mi madre los últimos años? ¿Por qué?”, fueron algunas de las declaraciones de la hija de María Teresa.
Sin embargo Carmen quiso dejar una petición a la prensa del corazón para que no se volviera a utilizar el recuerdo de su madre, sólo hace un mes de su fallecimiento, para dar voz a estas personas, “Os pido por favor que dejemos de hablar de ella. Yo trabajo aquí y no decido los temas. Comprendo que es la actualidad, pero al leer ese mensaje recuerdo muchos momentos complicados para ella, tanto dolor y llanto que no lo puedo soportar”.
Donde más duele
No obstante, como se suele decir “show must go on”, y la propia cadena ha desoído la petición de Carmen Borrego. Ha sido a través del programa de TardeAR de Ana Rosa Quintana, quien no sólo no ha dejado de hablar del asunto, sino que ha dado voz a una enemiga declarada de las hijas de María Teresa, a Gabriela Arrocet, la hija de Edmundo.
El programa ha reproducido unos audios de Gabriela donde arremete duramente contra Terelu y Carmen. “A mi padre no le ha quedado otra que defenderse de tantas calumnias y falacias que se han inventado a lo largo de estos años”, ha comenzado diciendo, para luego atizar a las Campos, “Sus hijas no le llegan ni al talón ni le llegarán”. Y para terminar ha dejado una frase lapidaria que seguro tendrá respuesta “No merecen ser sus hijas”.